Jugaban entre las sombras
de alguna sed pasada
como quien corona pisadas
y las transforma en souvenir
Nada. Nada de nada.
Felicidad armoniosamente retratada
vestigios de sonrisas
enmarcadas en el salón.
Revolver la olla, traer el pan.
Nada, ya no había nada.
Subían las cortinas
los horarios para el baño
las notas sobre la heladera.
Huellas de manos tomadas sobre el mantel
y el silencio.
miércoles, 28 de julio de 2010
martes, 10 de noviembre de 2009
PRIME TIME.
Pensé que en la distancia su presencia sería mas sutil, pero no. Seguía allí, atormentándome desde lejos. Y yo ya me había cansado de ser un gris siervo tiranizado por sus ideales. No me seducía la idea de ser un rehén otra vez, su rehén.
No lograba dormirla y ya lo había intentado todo: desde desenchufarla hasta hasta cerrar los ojos de forma permanente o intermitentemente, desde mirarla tanto hasta que ya no sea perceptible como cuando uno se acostumbra a cargar con la fragancia de un perfume, de dejarla a rayas o a puntos saltarines hasta buscar un botón de emergencia que la sedara... lo único que conseguí fue disminuir su voz pero nunca pude enmudecerla.
Su voz o sus voces o sus intentos desesperados para que volteara me estaban venciendo nuevamente, sabía que podía ser una reincidente, que podía someterme hasta ser una esclava de sus caprichos...de sus moldes. Me acerque temerosamente y la cubrí con una sábana porque como era invierno y ella me había dicho q me compre un aire acondicionado frío/calor ya no tenia mas alcolchados gruesos (creo que lo había pensado antes, que ella sabía que de un momento a otro se me iba a ocurrir hacerlo), canté fuerte mientras me tapaba los oídos escondida junto al ropero. La sábana era muy frágil, incluso translúcida y mi voz era un alfiler caído en un bosque donde el andar de cualquier insecto era mucho más poderoso. El día que dejamos de ser libres no leímos la letra chica y no nos dimos cuenta de que esa era una de las clausulas.
Ya no lo soportaba. Ya no podía vivir según a sus reglas, cuando se juega tan al borde pierde la diversión. Abrí la ventana, la tome con mis dos manos y la arroje desde el primer piso. Cuando volteo para ocupar su lugar con algunos libros me doy cuenta que ella estaba nuevamente allí. Cubrí mis ojos con mis manos, antes de que sea demasiado tarde pero no se pude con la lucha desleal, ella estaba ingresando en mí y para siempre.
Comenzó por cambiarme la ropa por otra más descubierta; peinó mi pelo con un enorme jopo, colocándome largas extensiones rubias; me pintó de rojo las uñas de los pies, de las manos y mis labios ( donde dibujó una sonrisa y me bajó el volumen) ; me arrastró a sus gustos, sus deseos, su costumbres y su frivolidad. Me dejó lista con el uniforme de trabajo, ella si sabía como apagarme...
No lograba dormirla y ya lo había intentado todo: desde desenchufarla hasta hasta cerrar los ojos de forma permanente o intermitentemente, desde mirarla tanto hasta que ya no sea perceptible como cuando uno se acostumbra a cargar con la fragancia de un perfume, de dejarla a rayas o a puntos saltarines hasta buscar un botón de emergencia que la sedara... lo único que conseguí fue disminuir su voz pero nunca pude enmudecerla.
Su voz o sus voces o sus intentos desesperados para que volteara me estaban venciendo nuevamente, sabía que podía ser una reincidente, que podía someterme hasta ser una esclava de sus caprichos...de sus moldes. Me acerque temerosamente y la cubrí con una sábana porque como era invierno y ella me había dicho q me compre un aire acondicionado frío/calor ya no tenia mas alcolchados gruesos (creo que lo había pensado antes, que ella sabía que de un momento a otro se me iba a ocurrir hacerlo), canté fuerte mientras me tapaba los oídos escondida junto al ropero. La sábana era muy frágil, incluso translúcida y mi voz era un alfiler caído en un bosque donde el andar de cualquier insecto era mucho más poderoso. El día que dejamos de ser libres no leímos la letra chica y no nos dimos cuenta de que esa era una de las clausulas.
Ya no lo soportaba. Ya no podía vivir según a sus reglas, cuando se juega tan al borde pierde la diversión. Abrí la ventana, la tome con mis dos manos y la arroje desde el primer piso. Cuando volteo para ocupar su lugar con algunos libros me doy cuenta que ella estaba nuevamente allí. Cubrí mis ojos con mis manos, antes de que sea demasiado tarde pero no se pude con la lucha desleal, ella estaba ingresando en mí y para siempre.
Comenzó por cambiarme la ropa por otra más descubierta; peinó mi pelo con un enorme jopo, colocándome largas extensiones rubias; me pintó de rojo las uñas de los pies, de las manos y mis labios ( donde dibujó una sonrisa y me bajó el volumen) ; me arrastró a sus gustos, sus deseos, su costumbres y su frivolidad. Me dejó lista con el uniforme de trabajo, ella si sabía como apagarme...
miércoles, 14 de octubre de 2009
OJOS CERRADOS.
Llaves, puerta, vereda
El sol sobre mi cara
Calles, gente, árboles
Acercándome de a pasos
Estación, boleto, espera
La ilusión delatora gesticulada
Tren, ansiedad, sonrisa
Bombardeos desde el corazón
Puerta, gente, otra estación
Te busco con la mirada
Sonrisa, gente, pasos
nos encontramos
Abrazo, beso, ojos cerrados
Si supieras cuánto te amo.
El sol sobre mi cara
Calles, gente, árboles
Acercándome de a pasos
Estación, boleto, espera
La ilusión delatora gesticulada
Tren, ansiedad, sonrisa
Bombardeos desde el corazón
Puerta, gente, otra estación
Te busco con la mirada
Sonrisa, gente, pasos
nos encontramos
Abrazo, beso, ojos cerrados
Si supieras cuánto te amo.
SENSACIONES.
movible barco en altamar
arrastrado por las olas
como demonio en exorcismo
intentando tomar control
sensaciones a flor de piel
quemando con el tacto
desniveles del corazón
y de repente, sucede.
arrastrado por las olas
como demonio en exorcismo
intentando tomar control
sensaciones a flor de piel
quemando con el tacto
desniveles del corazón
y de repente, sucede.
SHAME ON ME.
se toma la cabeza con las manos
respira profundo...
no es justo, no
se desabrocha los botones de la camisa
como queriendo arrancarse la piel
no es justo,no
llora desconsoladamente
sabe q de algunas cosas no se vuelve
sabe q no puede soñar
se hamaca ritmicamente
se culpa a si misma
no es justo, no.
respira profundo...
no es justo, no
se desabrocha los botones de la camisa
como queriendo arrancarse la piel
no es justo,no
llora desconsoladamente
sabe q de algunas cosas no se vuelve
sabe q no puede soñar
se hamaca ritmicamente
se culpa a si misma
no es justo, no.
jueves, 8 de octubre de 2009
EL ECO.
cómo duele tu nombre
cuando rebota entre paredes
cómo duele el olvido
no se hace costumbre
sólo me ata entre tus redes
para pensar que pudo haber sido.
cómo duele tu nombre
cuando acaricia mi oído
cómo duele el eco
de mi voz nombrandote
pidiéndote que estés acá
si tan sólo la escucharas..
cuando rebota entre paredes
cómo duele el olvido
no se hace costumbre
sólo me ata entre tus redes
para pensar que pudo haber sido.
cómo duele tu nombre
cuando acaricia mi oído
cómo duele el eco
de mi voz nombrandote
pidiéndote que estés acá
si tan sólo la escucharas..
jueves, 1 de octubre de 2009
AGOSTO EN PRIMAVERA.
15:oo hs. Último retoque al maquillaje, y digo último y no primero ni segundo, porque estaba tan ansiosa que ya estaba lista de antes. Faltaba una hora para verte y cada segundo se me hacía más largo que el anterior, rozando a eterno, sentía que el reloj me estaba jugando una mala pasada.Era la primera vez que me pasaba, siempre terminaba todo sobre la hora o salía corriendo a último minuto con los zapatos en las manos porque nunca fuí ni atlética ni equilibrista como para poder correr con los zapatos puestos (esos de color azul que tanto te gustaban y que yo me ponía para oírte decirme lo lindo que me quedaban). O te hacía esperar un mínimo de media hora para vestirme y peinarme por enésima vez hasta sentirme satisfecha o parcialmente conforme con el peinado o la vestimenta.. Sí, siempre fuí la misma insegura e impuntual, aunque ahora cambié mejor dicho el tiempo me cambió a mí ¡qué ironía!.pedí el remis para las 15:15, como no me aguanté salí a las 15:10 a la puerta y me puse a mirar en esos cinco minutos al árbol de nuestro patio, ese que te había hecho jurar por mi vida que nunca lo ibas a talar para ampliar la cochera y accediste rezongando porque sabías que ibas a tener que llevarme a todos lados con tu auto, porque sinceramente nunca quise uno, pero accediste porque te lo pedí casi lagrimeando.Ese mismo árbol en el que construimos una pequeña casa para Lautaro y Blanca, en el que nos metíamos acurrucados y salíamos con el cuello dolorido porque nos quedaba incomodo, pero era perfecto para sus medidas y que cayó en desuso cuando los chicos crecieron y terminó alojando a las cosas que no nos entraban en la casa. Hasta que llegaron los nietos y ver por la ventana al árbol no inspiraba esa absurda sensación de nostalgia. ¡Qué triste solía ser verlo en otoño!.Cuando los chicos, "nuestros chicos" porque ya crecieron, nos hicieron abuelos fue un volver a empezar y el árbol nos daba el tibio calor de una primavera ¡Nuestra primavera en agosto!. De solo pensarlo se me cae una lágrima... sigo siendo la misma llorona de siempre, esa que cuando se casó con vos escondió con sonrisas su primer lágrima de felicidad y con abrazos la sensación de vacío cuando se fueron los chicos a empezar sus propias familias.. y con las manos cubriéndome los ojos cuando encontré tus análisis entre unos papeles porque no querías que los viera por miedo a alarmarme o hacerme sufrir. ¡Tonto!, ese día los ví y me callé esperando que seas vos el que me cuente, pero siempre fantaseabas con la idea de ser inmortal, que nunca nada te pasaría y por eso debías cuidar de mí. Sí, ya se que no estoy acá para reclamarte nada, vine porque te extraño..la cama sin vos es cada vez más grande, más fría...¡No, no estoy exagerando otra vez!.Es triste realmente encontrarme por ejemplo con un plato de más en la mesa un domingo por descuido y tener que esconderlo para evitar que los chicos se sientan incómodos, para evitar sentirme tan sola. Perdón, no quise recordarte eso.. me deje llevar por la situación, perdón.Te traje un ramo de rosas rojas, siempre supiste que eran mis preferidas pero nunca supiste que lo son porque el día que nos conocimos robaste una de un patio sin rejas y como venía la dueña con una escoba, no te diste cuenta y te pinchaste todo..y como corrimos tan rápido para escaparnos solo quedaron sobrevivieron unos cuantos pétalos. Guardé esa rosa entre las hojas de un libro de poesías.¡Qué feliz que fui ese día! ¡Qué feliz que fui todos esos años junto a vos!.Todas las noches rezo por vos, para que si exista el cielo sea tu lugar y si no existe para que estés bien dondequiera que estés, para que de una forma u otra nos volvamos a encontrar y vencer la soledad y el invierno, para vencer todo incluso la muerte, para volverte a ver a los ojos y acostarnos juntos en una cama que nos quede chica, para seguir soñando una casa en un árbol.
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